miércoles, 14 de abril de 2010

Lumen

Si la vida es un sendero entre luz y sombra enmarcado
¿qué papel representa en el sendero el caminante?
(¿cómo será la etimología
de la palabra alumbramiento?)
El viajero repite, en la dinámica del andar,
paradójicamente su propia vida.
Así el viaje se vuelve una vida dentro de otra
pero la vida ¿un viaje dentro de qué?
El viajero en la noche ilumina el cielo con fogatas.
La noche en el viajero siembra estrellas y preguntas.
(¿nacer a la mentira de la luz?
¿alumbrarle la vida a otro?
¿darle ojos a quien trista?
¿Darle fuego a una visión? )
Una vez me perdí en una infancia gigantesca.
Otra en un bosque del sur con olor a principios.
Otra lo hice en palabras o encrucijadas de papel.
Recuerdo cielos de hospitales y la vez que fui robado
por tres niños, el olor a pegamento y el dolor a vida.
Aulas llenas de teoría y la palabra de un maestro:
"los hombres de letras beben palabras en solitaria penitencia",
aunque él era el contraejemplo de tal afirmación.
Por no traerte aquellos labios de sangre y pólvora
aquellos labios que hablaban de revoluciones
y eran rojos y eran rápidos
y no eran esclavos de otros besos.
Quiero hacer un mapa de mi vida,
marcar mis hitos geográficos,
las circunstancias y la coincidencias.
Qué retrasos, qué impuntualidades,
qué colectivo roto me dejó tendido
en la esquina de Tus Abrazos y Avenida Amares.
Estuve breve en el principio de mi existencia
con moco, baba, placenta y ojos bien cerrados,
fui arrojado, como todos, a la sentencia de existir,
a vivir el latido profundo de los hombres efímeros.
Pido en el fin, tenga el rostro que tenga,
recordar todo lo que dejo llorando
con esa rabia loca de nunca más volver.
No como mi abuelo que anda pisándose la sombra
y tiene los ojos conmovidos de ausencia,
tan negros Lalito, que no me miras.
Quiero
caminos y veredas y bandadas y la cruz del sur
tatuada en el pecho abierto de mis sueños
y barriletes y estrellas fugaces o el éter
es un barril de vino donde frugal bebo la vida
hasta llorar lágrimas violetas o violentas alegrías.

2 comentarios:

  1. A partir de "una vez me perdí en una infancia..." el texto es IMPRESIONANTE, Nico.

    "Estuve breve en el principio de mi existencia
    con moco, baba, placenta y ojos bien cerrados,
    fui arrojado, como todos, a la sentencia de existir,
    a vivir el latido profundo de los hombres efímeros.
    Pido en el fin, tenga el rostro que tenga,
    recordar todo lo que dejo llorando
    con esa rabia loca de nunca más volver."

    Sos un capo, sabías?

    Leerte da ganas de leerte más y de escribir y de seguir leyendo.

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  2. qué biografía poética...
    extraño la cruz del sur...
    besos, Dafne

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