martes, 14 de abril de 2009

Altamarea

Hacia el soñar timonel
Hendidos seamos en alta marea
Ya en hora
ya
Pleamar
Mar plena
Que las velas nos
Velan
En la noche
Que nos mece
Y se estremece
Hoy que la noche
Almar se parece
Que los dioses en contra
En cambio no mecen
nada
Que los dioses laten en cada quien sangre

Dicen que en los sueños
Uno tiene algo de brujo
Que cada cual es la pizca
Que le falta a cada porqué
Y no hacen falta
Ya las respuestas
Desde que sólo sabemos
Preguntas
y faltas desfaldadas

Y dicen que además
En los sueños
Otros ojos del ser
Nos sorprenden
Siniestros ajenos
Enfrentándose
A uno mismo

-aunque en el paraje del sueño
el icono siente
y conciente
a que nada
realmente se
entienda,
¿me explico?-

siendo
sol y hombre
quemándose
en el desierto
quebradizo
de la sesera

asimismo
siendo
condenado y verdugo
matando y muriendo
a si mismo

y allí
entre tormentas de arena
los ojos de pronto se aclaran

(en silencio)

y late
el corazón late
y la mirada se hincha
y el cuerpo se calma
se aquieta
y
despierto ahora
soy
lo que perdura
dejando de existir
el resto
me evade
inundándome
lo que queda