jueves, 30 de diciembre de 2010

Viaje a las estrellas

Poemas que corren por los márgenes de los versos de Fabián Casas con ventanas abiertas de camisas colgadas y voces que se pintan de intimidad
Y debería admitir que la cercanía de Boedo acá en Chacabuco y
Aquel tono feliz y cansado
incendiado de metáforas baldías
rodeado de plantas y sueños
Han dado vida a estas formas animales que llamo mi poesía
Mi forma de usar las palabras y los pensamientos que siempre
Son menos que balas y quizás por eso son mejores
Trenes que vuelan veloces como versos
sin estaciones que marquen su tiempo al pasar
Palabras que trepan como enredaderas en las rejas del corazón
La vida alzada en un puño que grita locamente enamorada
La felicidad que es un arte difícil por estos días llenos de injusticia
La tristeza que surge del asfalto caliente por el sol del verano y la furia del pueblo
Los amigos que siempre están al filo de cualquier abismo insalvable
La literatura como imaginación y como viaje hacia el infinito
y más allá

jueves, 11 de noviembre de 2010

Metáforas y circularidades


El ciervo es la presa
El cazador es la flecha precisa
El ciervo es la muerte que acecha
El viento es el corazón del venado
El cazador detiene el viento en su boca incesante
El corazón del ciervo es el cazador
El cazador es ahora la presa
El cazador es el viento
El ciervo es la flecha


el corazón del venado
muere con una flecha
clavada
en los misterios
insondables
del corazón del hombre

jueves, 14 de octubre de 2010

La poesía es mi mejor forma de cantar

Para mi abuela Cecilia

que se nos fue

y para vos viejito

(para leer con vos quebrada, anegadiza)


Padre veo una tierra extraña de arena sin relojes
mojada tiembla, mojados los pies de orilla de tus pupilas
Padre veo una infancia enterrada
tenue golpetea desde el fondo bidón
de la fonda, desde el cajón de guitarra
con que está hecho tu pecho
Padre veo inútiles rieles de tranvía
que la ciudad va socavando y olvida
Padre cuéntame tu historia
Renueva la forma de amar las palabras
con que nos decimos y nos hacemos
con que nos damos fantasía
Para que yo la cuente, otra vez, algún día
Padre tararéa una canción cualquiera
de tu tátara tátara tátara abuelo


en un día de sol
la dejaré secando


anunciando azules y amarillos
una que traiga el brillo de tu voz primera
el fuego amable de las primeras palabras
que confundieron a las voces de los primeros bosques
que le dieron a nuestra infancia tantos maravillosos nombres
el grillo amable que con-vida sueño
Padre te debo toda la poesía que hoy bebo
toda la poesía que me embriaga
y me embarca en los mares del vino
y nuevas metáforas nos besarán en la boca
(en la boca de besar y decir y atemorizar las sombras)
profundos de lucidez y alegría
A cada verso a-rimaré tu canción padre
Mi propia infancia se aleja con pretensión de horizontes
envejece entre tus manos de carpintero,
de doctor, de filósofo, de loco, de buen amigo

Hubo una vez un niño

pero habrá niños después
más niños cantarán después
nuevas posibilidades pa' la alegría
y cantarás canciones de lluvia
ya verás
y otras de primaveras que pintarán los blancos inviernos
le ofrecerán color a la luz y luz a la oscuridad
Entonces por los niños brindo brindándoles mi humanidad
humildad
tal vez la buena costumbre
de llenar de tumbos toda la tierra y sacudir las tumbas de los dioses
y de los mortales por supuesto
de todos los poetas muertos
de todas las mujeres y los buenos hombres que han muerto
que siguen aún vivos en los tambores y los fulgores
en los eternos fuegos de la palabra

jueves, 1 de julio de 2010

Despedida

Cuando su viejo bretón español murió el Dr. Hoffman simplemente no pudo con la pena. Una larga vida de fórmulas y reglas lo había conducido por un camino recto, sin riesgos ni irregularidades. Pero cuando Eos murió, algo sonó a polea rota en la cavidad del pecho del buen doctor. Queriendo solapar esta tendencia a la melancolía a la que tiende muestro humano corazón, vació su mesa de trabajo, desplegó un plano y se dispuso a trazar un dibujo; arrastrado por una necesidad de expiación, unas ganas de brotar o reventar propias de un volcán dormido. Su mano apoyó el lápiz, casi temblaba. En el punto que se formó del encuentro del lápiz y el papel cayó una lágrima que lo inundó completamente. De ese encuentro entre un puntito negro y una gota de nostalgia surgió un amor donde cabía el mundo. La mano fue ganando firmeza y ya apasionada de trazos y sombras, dejó ver un deseo hecho de puro grafito. Era un sendero bordeado por el más denso follaje. A lo lejos se formaban las montañas, entrelazadas como haciendo el amor o el mundo. Hoffman también estaba en el dibujo parado en el principio del camino con un pincel en una mano y una correa en la otra. Al final del serpeante camino se alejaba Eos, corría exagerademente feliz más allá del cuadro. Atardecía. Aquella escena nunca volvería a repetirse. Las despedidas tienen eso de sueño olvidado, el olor de una tarde lejana en que fuimos tan felices, suelen arrancarnos corazones o pedazos, y no entendemos cómo, luego de algo tan definitivo, el mundo sigue girando.

lunes, 14 de junio de 2010

El vino del mar

siempre el mar

–toda la potencia del mar-

tiene sed de eternidades

El viento trae

una flauta y un quejido

róbale a pláyala

misterios de marla

secretamente guardados

en grutas y caracolas.

El viento marino es una flauta

su brisa no sabe de distancias

trae la sal y la música

lenguas de extraños sonidos

que aprendieron a nombrar el mar

y a navelar en su gran estómago.

No existen puentes

para cruzar el mar

por razones evidentes

no por las distancias

sino por las botellas

que son nuestros cuerpos

que llevan mensajes

a otros cuerpos lejanos

a través del horizonte

desde el fondo de nuestro mar.

Nadie es extranjero en el mar

estar en el mar

es como estar en un vientre

antes de nacer

es estar en el mar.

Mirar el mar

es como mirar el cielo

o los ojos nuevos de un niño

marear el mar

sobre maderos imposibles.

Amar el mar

amar a mares

amar es

buscar naufragios dentro del mar

romper como tifones en el oleomar

aquietar el incansable follaje del mar.

No alcanzan las mentirosas fronteras

ni miles de poemas alcanzarán

para contener a marla

los dioses tiemblan ante su voz

sirénanse sus aguas sexuales

arremolinadas en los dos sexos del mar.

Y todos los argonautas del tiempo

soñaron con poder conquistarlo

dándole rápidas naves al hombre

y fragilidades

para perseguir imposibles

y perdurar en historias

a través del tiempo

a través del vinolento mar.

martes, 11 de mayo de 2010


Pájaros

aquellos pájaros grises
sutil bandada de penas
se atormentan o conmueven
(garúan)
finamente desde tus ojos amigos

se alinean bajo el signo de Venus
cristales de sal, de mar tus ojos
hay en ellos una playa de luna
(solísima)
un mundo mecido con poetas y naufragios

a veces esos pájaros pían impíos
sin duda trinan violines en tus paisajes
y bs. as. conoce de colores y de ríos
(peces voladores )
aletean por los cielos tus pestañas

de nada sirven las palabras
cuando hay nidos en tu rostro mujer
yo te contemplo callado como fulgor
inminente (cazador desarmado)
así no seas un caer de plumas y nostalgias

Aquellos pájaros grises
Sutil bandada de penas
Eran una forma inesperada
Para morirse
(suavemente)
de alegría

martes, 27 de abril de 2010

Fábulas elementales

Para Ce

El fuego arde y el fuego cruje
La abuela cuenta fábulas
Elementales
Fábulas que arden
Fábulas que crujen
La abuela nombra los orígenes
Así las sombras ya no asustan
preparan las historias para el misterio
entonces
las sombras también arden
las sombras también crujen
La abuela cuenta que la nieve afuera
Gotea suave desde la luna
y se le parece
La abuela cuenta que la nieve cae
Siempre en cuarto menguante
Que la luna se deshace y nieva
Y cubre el mundo que no arde
Y cubre el mundo que no cruje
Silencia todo la luna con su agua lenta
La abuela cuenta lo largo del invierno
Lo difícil del mundo allá fuera
La abuela promete junto al fuego
que el horizonte arderá
que crujirá el horizonte
promete la abuela cada noche
un sol nuevo en la ventana
cada noche seguimos sus fábulas
hasta hacerlas nuestras
hasta saber contarlas
hasta que un día oímos el río
y reímos con el agua que corre
rápida contra un fondo verde
y toda la blancura de la luna se derrite
y se llena de nuevo su óvalo lento
y la vida ya nos arde arde dentro
y la vida dentro ya nos cruje ruje
bulle febril la vida
desde y fuera del cuento.

miércoles, 14 de abril de 2010

Lumen

Si la vida es un sendero entre luz y sombra enmarcado
¿qué papel representa en el sendero el caminante?
(¿cómo será la etimología
de la palabra alumbramiento?)
El viajero repite, en la dinámica del andar,
paradójicamente su propia vida.
Así el viaje se vuelve una vida dentro de otra
pero la vida ¿un viaje dentro de qué?
El viajero en la noche ilumina el cielo con fogatas.
La noche en el viajero siembra estrellas y preguntas.
(¿nacer a la mentira de la luz?
¿alumbrarle la vida a otro?
¿darle ojos a quien trista?
¿Darle fuego a una visión? )
Una vez me perdí en una infancia gigantesca.
Otra en un bosque del sur con olor a principios.
Otra lo hice en palabras o encrucijadas de papel.
Recuerdo cielos de hospitales y la vez que fui robado
por tres niños, el olor a pegamento y el dolor a vida.
Aulas llenas de teoría y la palabra de un maestro:
"los hombres de letras beben palabras en solitaria penitencia",
aunque él era el contraejemplo de tal afirmación.
Por no traerte aquellos labios de sangre y pólvora
aquellos labios que hablaban de revoluciones
y eran rojos y eran rápidos
y no eran esclavos de otros besos.
Quiero hacer un mapa de mi vida,
marcar mis hitos geográficos,
las circunstancias y la coincidencias.
Qué retrasos, qué impuntualidades,
qué colectivo roto me dejó tendido
en la esquina de Tus Abrazos y Avenida Amares.
Estuve breve en el principio de mi existencia
con moco, baba, placenta y ojos bien cerrados,
fui arrojado, como todos, a la sentencia de existir,
a vivir el latido profundo de los hombres efímeros.
Pido en el fin, tenga el rostro que tenga,
recordar todo lo que dejo llorando
con esa rabia loca de nunca más volver.
No como mi abuelo que anda pisándose la sombra
y tiene los ojos conmovidos de ausencia,
tan negros Lalito, que no me miras.
Quiero
caminos y veredas y bandadas y la cruz del sur
tatuada en el pecho abierto de mis sueños
y barriletes y estrellas fugaces o el éter
es un barril de vino donde frugal bebo la vida
hasta llorar lágrimas violetas o violentas alegrías.

jueves, 1 de abril de 2010

Los hombres que detuvieron el tiempo

Sintiéronse solos y fríos en la muerte

Dejaron de beber axiomas y poesías

Olvidaron la mujer en un vaso de vino

Estos hombres vieron su reflejo curvo

En cuchillas de sangre y olor a rosas

Tuvieron en sus manos vibrante la vida

La regalaron no se a qué sombras

El tiempo no latió en sus manos

Sus rostros se fueron bañados de río

Para nunca más volver a ser los mismos

Estos hombres despreciaban las raíces

Y comulgaban la liviandad del aire

No pudieron soportar el peso en sus espaldas

Todos los caminos paresíanles inabarcables

Olvidaron los gestos pequeños por grandes acciones

No temblaron con la música ni danzaron con la lluvia

Pasaron por el mundo como extranjeros

No pudieron dar la palabra ni la mano al amigo

Porque sobrestimaron su símbolo: una trama de araña

Opuesto al nuestro: una flecha cortando el aire

lunes, 29 de marzo de 2010

El buen ladrón

Se dejó caer en el banco de la plaza
y en la tarde caliente.
Se sentó a esperar,
ya consumida la arena de sus días,
bajo la sombra eléctrica de aquel Sauce.
La traición había sido urdida con maestría,
tarde era para reconocerla.
Aún así las imágenes acudían
rápidas y fílmicas a su mente.
La complicidad de beso rojo y ligas negras,
la entrega total y la confianza jugada.
Ellos se fugarían con la plata del robo,
el se quedaría con la chica de piernas largas
y de corazón dudoso pero galopante,
el jefe con la espina bien clavada.
Pero ella se abrazó a la duda,
quizás para ella la calle
, con su vestido de noche,
tenía la forma de una violentísima libertad.
O el jefe le ofreció un mejor arreglo:
todo lo que pudiera desear,
todo menos fidelidad y promesas.
De cualquier manera alguien debía pagar.
Y él ya había movido su pieza en el tablero,
y se había equivocado,
expuesto imbécilmente su rey
a la reina blanca del rey otro.
La fuga era para cobardes,
la cárcel para los condenados,
las únicas alternativas:
cicuta, cuerda, puñal o espléndida pólvora.
Optó por la última, más propicia
para una muerte urbana y civilizada.
Se dejó caer en el banco de la plaza
y en la tarde caliente.
Se sentó a esperar,
ya consumida la arena de sus días,
bajo la sombra eléctrica de aquel Sauce,
a que el sol cayera sobre sus párpados.
Y el leve chasquido del gatillo
y palomas de ojos tristes por testigos
y la breve vida yéndose como sangre
y hueso por la sien derecha
y la infancia y la dulce juventud
y la amargura de los días maduros
mojaron por última vez sus ojos
abiertos como faros
a las profundidades de la muerte
al gorrión sobre la rama del Sauce
al sauce
al cielo infinito.

viernes, 19 de marzo de 2010

La novia cantaba

La novia de Don Juan tenía dos rostros,
un inútil par de alas violáceas
(de tan comprometida con su camino)
y unos cascabeles en los tobillos.
Esta noviecita cantaba una vieja cantinela:

“Padrecito pide a Dios
un canario para mi alma
para mi cuerpo padrecito
te pido agua y arrullos”.

Esta novia de Juan era alta como el mundo.
Sendos senos tenía como calientes panes blancos.
Juan amaba a su noviecita y hay que ver
a qué paises tropicales lo transportaba.
Es que ella tenía selvas en el amar
y corales rojos en los labios
y salvajes tigras en el corazón.
Uno de los rostros de la noviecita era para rugir
otro era para bien querer cuando era que quería.
La novia de Juan rugía entonces contra el desencanto,
rugía fiera y guapa al enemigo con su estigma de ruindad.
Hasta que el enemigo fuese desdibujándose,
fuese el enemigo haciendo más irreconocible.
La novia de Juan no sabía cuándo rugirle al enemigo.
Como tigra lo buscaba;
lo encuentraba a veces como insomnio o ficción,
pero el desencanto tiene máscaras y no se sabe dónde.
La novia de Juan emigró de Juan como toda primavera.
Otoño se hizo en las venas o tallos de Juan.
La novia fuese a bogar por las ciudades,
inhóspita con un vestido de novia gris,
con un barco fantasma instalado en sus huesos,
con un eterno mensaje repetido, imposible de comunicar.
Buscaba al enemigo por el que debía rugir.
Hoy día de vez en vez lo ve
cuando va del patio a su celda
de su celda al jardín de su imaginación,
en la cara del guardia del loquero
que pone la mueca de sólo estar haciendo su trabajo
y no reproduciendo el pretérito fuego de las hogueras antiguas.

jueves, 11 de marzo de 2010

Ser múltiple

soy una dama redonda paseando su monumental belleza
como paraguas bajo la envidia del sol de abril
soy un orgasmo tronando en el filo de un clítoris
durante el rocío de una fantasía de verano
soy un pájaro rayando el cielo veloz ante un caballero
que se peina por última vez los sesos con un revólver
soy un lápiz negro trazando el bello retrato ilustre
de una mujer anónima que morirá enferma de sida
soy un grito en la noche, la llama cautiva de un encendedor,
la chispa en tu ojo de una lamparita quemada
soy el insecto que no te deja dormir de noche,
electrizado por tanta tormenta que eriza los cielos
soy la palabra sorda de dios y la mentira del diablo,
la voz del hombre verdadero herido de mortalidad
soy la pena que sientes al oír esa canción triste del mago
Darnauchans y su voz de arpa medieval
soy la piel de un viejo abrazando la lluvia que le colma la cara
seca como tierra quebrada y le trae
otro recuerdo, otro día, otra lluvia, un grabado de un abrazo lejano...
soy el perro rosa de sarna que pateaste cerca de tu casa
para salud de tus niñas y lamida de tu orgullo
soy el hambre que desgarra las tripas del tipo que clama
por esa moneda en la esquina de tus días
soy un rudo llorando pena oculta tras barba inmutable
para salvar su estúpida hombría heredada
soy el grillo de tu conciencia y es mala suerte callar
mi álgida sierra, mi monótono violín aéreo
soy todo lugar donde se posa la gracia y la desgracia
de este mundo tan bello pero tan doloroso
soy ese frágil viento que trae a tu cama el sabor de dama
de noche abierta, feromónica en su fragancia
soy el pedazo de sol, cinta de ceda, que alumbra la cintura
de tu amada y lame tus ansias de tenerla
soy un poema que te gusta leer y leer hasta que me sepas
de memoria y te sepa a pluma y papel y palabra
soy una sustancia, una materia, un adjetivo, un significante puro,
un aura, fina, irrepetible, que se posa sutil
en las cosas
y las hace perceptibles a los ojos que saben mirar
tras las apariencias

martes, 9 de febrero de 2010

La línea de la vida se hace

Me quedé sin más líneas que las de tu mano.
En ellas escribo los endebles versos que me quedan.
Ellas dibujan sombras de ramajes en mi piel.
Me dan cielos verdes que no quieren tocar la tierra
y tierras celestes que abrazan los cielos del mañana.
En tu manita cálida escribo mi nombre:
pedazo mío que permanecerá.
En tu manita suave dibujo mi contorno.
En tu manita de estrella hay una pálida luna,
una luna nívea toda vestida de blanco
como una novia confundida entre jazmines.
Allí paso mis noches y mis insomnios.
Allí las constelaciones destellan como ríos desde tu pelo.
Allí el parpadeo sutil del día nace y muere.
Me quedé sin más líneas que las de tu mano
y no importa porque allí cabe el mundo.
Y todos los ríos de tu pelo corren por tus manos
para desembocar en mi rostro como lágrima, dulce rocío.
En tu mano leo a un niño con el que comparto
una historia, un libro, un poema, una canción abierta.
"Hay que dar la palabra" me dice tu mano
"y darla en serio señores letrados".
Darse al otro por entero, no escatimarse.
Pero a veces salgo de tu mano
y veo miedo, veo prisiones domiciliarias,
veo pibes fumando el humo amargo que la vida les ofrece
en compensación de todo lo que no alcanzarán,
veo miedo, veo ahorcados en todos los faroles de la ciudad,
veo codicia en los ojos de perro de todo uniformado,
con esa forma única de perro pa el sacrificio,
veo miedo vestido de indiferencia,
veo miedo confundido con odio,
miedo que pone la mirada fija de la propotencia,
por suerte tengo la fuerza de muestras manos juntas,
allí de tanto en tanto,
puedo reescribir mi nombre,
luego salir a la calle
y dárselo a la gente que siempre pasa o permanece.

miércoles, 3 de febrero de 2010

As de corazones

A ver: hablar de corazones
es un poco hablar del color del cielo cambiante
negro, azul, blanco, rojo, violeta, amarillo profundo.
Hablar de corazones es hablar de las pasiones
y hablar de las pasiones es hablar de lo humano.
Todos ponemos el corazón en algún lado,
algunos, claro, lo perdieron hace mucho andar
y andan por el mundo como malditos sonámbulos:
rompiendo cosas indispensables: casas, lenguas, caminos;
inútil, incansablemente agazapados en lo oscuro de su miedo.
Pienso en toda la gente que conozco.
Pienso en ella y ella tiene un corazón hermoso.
Sí ella tiene un corazón de potus,
con apenas unas gotas de vida brilla verde en el encierro.
Ella me respira cerca del pecho
y mi corazón arde noble capullo.
Mi corazón es una máquina de sueños
y, para que negarlo, toda máquina
tiene su deuda por estar viva.
Los sueños son una proyección de lo posible
y, para que negarlo, todo sueño
tiene su deuda con el día.
Hablo de mis sueños, de mi vida,
de mi esperada muerte.
Hablo de mi deuda con la vida,
de mi deuda con la muerte.
Y hablo de ella porque ella
es un poco mi corazón.
Y mi corazón ya ha elegido su color:
mi corazón ha de llevar palabras sedientas a bocas como mares,
y esas bocas me devolverán toda la poesía de este mundo.
Y mi pasión ha encontrado su cause:
un río donde correr tremenda,
una dirección donde hay cierta calma y un desborde.
Un desbordarse en mi río
que es ahora compañero de sus márgenes.
Su cuerpo es mi cause
y mi cuerpo es líquido
y mi corazón una caracola
donde espero escuches
como caballadas o galopes
el tenaz latido del mar.
Y cada vez que el musgo tibio de las orillas
brille con el sol o crezca con las lluvias
nos embarraremos dulzura.

martes, 2 de febrero de 2010

Palabra de barro

Puedo
Puedo hacer
Puedo hacer una palabra
Puedo hacer una palabra como un cuenco
Un cuenco como una palabra puedo hacer
Un cuenco como una palabra que se colma
Una palabra que se colma a lo que tu la sometas
Sometida y rebelde al tiempo mismo
Al mismo tiempo de su creación
De su creación al hombre mismo
Al mismo hombre sometido a su palabra
De su palabra al mismo tiempo rebelde
Una palabra puedo hacer entonces
Criarla puedo
Puedo darle alas
Darle caminos para que elija por dónde
Por donde elija habrá caminos
Y caminos habrá espesos en sombras
Y habrá otros en zorzales espesos
Expreso un camino posible para esta palabra
Esta palabra como un cuenco
Un cuenco como de barro y sol y agua y manos posibles
Una palabra que fue cantera y fue un hombre
Fue un artesano que temprano su barro buscó
para hacerla posible en un mundo
imposible de palabras
de palabras de plástico y eterno metal.

lunes, 11 de enero de 2010

INVENTARIO DE UNA MOCHILA
(mochila libro encendedor dni abrigo cigarro lapicera libreta llaves)

MOCHILA

No tanto una dura carga
No es tan mala la espalda cansada
Mochila llevada como dulce canasto de chola
O mejor: buena compañera de caminos

Por andar andando compañera
Lo que hay adentro
Nunca puede permanecer oculto

Y siempre hay un gran viaje en la vida
Y siempre queda su memoria de agua fresca
Ese adorno que compraste alguna vez
Vos sabés donde, cargado con que vivencias

Si la vida es el viaje que estamos esperando
Así redondo como suena carajo, naranja de vida que nos toca
Y nos gusta hacerla sonar hasta que se rompa
Temblar adentro del corazón enamorado

Inútil
Agradecido
Auque todo día atardezca
Habrá un fuego temblando bajito
Habrá una canción que debamos tararear

LIBRO

Como fina tela de araña
uniendo
el principio de estar despierto o soñar
Digo hilvanando eso
que no se puede nombrar
Allí está el libro
sus redes de palabras
sus asociaciones libres
El libro es el árbol:
Copa y raíces
El signo del hombre
La imaginación profunda
Desbarrancada
El verosímil imposible

ENCENDEDOR

La conquista del fuego
El rayo enjaulado
Criogénesis de gas frío
Para revelar tus ánimos
Tus remolinos enardecidos
Pequeño infierno de bolsillo
Todos tenemos un pequeño incendio
Quemándonos el cuore
A fuego pausado
Muy lento
¡Que arda!

CONTINUARÄ . . .