miércoles, 6 de abril de 2011

La copa de vino o el cáliz sagrado

I

La copa vuelca el torrente crepuscular de la uva

La madera absorbe el vino como se absorbe el amor

La carne y la sangre son más que tejidos y escrituras

Hay un fino misterio en las cosas que nos rodean o nos conforman

Visibles al resto, distinguibles e irremplazables

La madera absorbe el vino como se absorbe el dolor

La sangre y la carne son el fino misterio

Mezclados en el lodo esencial que es uno y es todos y es nadie

Invisibles los lazos que nos unenatan y nos atraen

La sangre atraviesa las distancias, los continentes, los tiempos

Contenidos por el mundo que se hace y se destruye por los hombres

El hombre quiere la sangre del hombre y el hombre lucha por su sangre

Por sus creencias que son esa sangre traspapelada envuelta en arrollos de tinta

Poder decir las palabras y hablar de las de cuestiones que apremian

Decir que el hombre es Dios y es el Diablo y que es el misterio que se busca

Que no se encuentra o se encuentra de a “ratos o de a lustros”

La madera absorbe el vino como el árbol la tierra como el hombre la vida

Estrellada

fugaz

que huele a madera

y sabe a frutas

y si la vida no se come

se pudre