La copa de vino o el cáliz sagrado
I
La copa vuelca el torrente crepuscular de la uva
La madera absorbe el vino como se absorbe el amor
La carne y la sangre son más que tejidos y escrituras
Hay un fino misterio en las cosas que nos rodean o nos conforman
Visibles al resto, distinguibles e irremplazables
La madera absorbe el vino como se absorbe el dolor
La sangre y la carne son el fino misterio
Mezclados en el lodo esencial que es uno y es todos y es nadie
Invisibles los lazos que nos unenatan y nos atraen
La sangre atraviesa las distancias, los continentes, los tiempos
Contenidos por el mundo que se hace y se destruye por los hombres
El hombre quiere la sangre del hombre y el hombre lucha por su sangre
Por sus creencias que son esa sangre traspapelada envuelta en arrollos de tinta
Poder decir las palabras y hablar de las de cuestiones que apremian
Decir que el hombre es Dios y es el Diablo y que es el misterio que se busca
Que no se encuentra o se encuentra de a “ratos o de a lustros”
La madera absorbe el vino como el árbol la tierra como el hombre la vida
Estrellada
fugaz
que huele a madera
y sabe a frutas
y si la vida no se come
se pudre